La homeopatía, también conocida como medicina homeopática, es un sistema médico que se desarrolló en Alemania hace más de 200 años. Se basa en dos teorías poco convencionales:

“Lo similar cura lo similar”: la noción de que una enfermedad puede curarse con una sustancia que produce síntomas similares en personas sanas.

“Ley de la dosis mínima”: la noción de que cuanto menor sea la dosis del medicamento, mayor será su eficacia. Muchos productos homeopáticos están tan diluidos que no quedan moléculas de la sustancia original.

Los productos homeopáticos provienen de plantas (como la cebolla morada, el árnica [hierba de montaña], la hiedra venenosa, la belladona [belladona] y la ortiga), minerales (como el arsénico blanco) o animales (como las abejas enteras trituradas). Los productos homeopáticos a menudo se elaboran en forma de bolitas de azúcar que se colocan debajo de la lengua; También pueden presentarse en otras formas, como ungüentos, geles, gotas, cremas y tabletas. Los tratamientos son “individualizados” o adaptados a cada persona; es común que diferentes personas con la misma afección reciban tratamientos diferentes. La homeopatía utiliza un sistema de diagnóstico diferente para asignar tratamientos a los individuos y reconoce patrones clínicos de signos y síntomas que son diferentes a los de la medicina convencional.

https://www.nccih.nih.gov/health/homeopathy